Cefalea no especificada y migraña: identifique a tiempo las causas
Identifique a tiempo las causas
Cefalea no especificada y Migraña
Algunas personas presentan -a modo de aviso de que se va a iniciar el episodio- un conjunto de sensaciones momentáneas, llamado aura, que adoptan la forma de alteraciones visuales, cambios en la percepción de los olores, hormigueos, etc.
Las personas que la padecen, recuerdan o tienen conocimiento de la existencia de casos similares en su árbol genealógico (abuelos, padres, hermanos, etc.), dado que la migraña tiene una base genética.
¿Cuáles son las causas?
Las causas de la migraña y de la cefalea son desconocidas. El episodio se origina, desencadena o agrava por la concurrencia de uno o más estímulos que pueden agruparse de la siguiente manera:
Psicológicos: Estrés, angustia, conflictos, etc.
Hormonales: Menstruación, anticonceptivos, etc.
Alimenticios: Ayuno prolongado, fatiga, etc.
Medio-ambientales: Humo, luz brillante, tabaco, etc.
Patrón de sueño: Excesivo o insuficiente.
Fármacos: Preparados con cafeína, descongestionantes nasales, etc.
¿Cómo prevenir los episodios de dolor?
La migraña es una condición crónica, incurable que se puede controlar, con tratamiento específico y si se sigue un patrón de administración correcto. La mejor manera de lograrlo es seguir las siguientes recomendaciones básicas:
Identificar qué alimentos o situaciones actúan como desencadenantes o agravantes para poder evitarlos.
Evitar cambios en el patrón de sueño.
Seguir un ritmo de vida metódico y relajado.
¿Cuál es su tratamiento?
Como se indicaba anteriormente, la migraña no tiene cura. Pero sí hay tratamiento para los episodios de dolor que la caracterizan y que se pueden dividir en:
Tratamiento sintomático: Analgésicos simples o calmantes.
Tratamiento preventivo: Se debe recoger la siguiente información para proporcionarle al médico, sobre los episodios de dolor:
Frecuencia o número de episodios en el último mes.
Intensidad del dolor e invalidez que genera cada episodio.
Hora de inicio y duración de cada episodio.
Síntomas o forma de presentación, en cada caso.
Fármacos (y dosis) que se han tomado para el control del dolor.
Resultado del tratamiento aplicado.
Tenga presente que no suele registrarse mejoría hasta cumplir 3 semanas de tratamiento, pero si reduce la frecuencia e intensidad de aparición de tales episodios.
Fecha de publicación 11/03/2014
Última modificación 18/12/2019